Nelly
tiene 25 años, vive en París, le gusta la vida tranquila, adora los libros
antiguos, desconfía de los hombres atractivos, está enamorada en secreto de su
profesor de filosofía, cree en los presagios y nunca jamás se subiría a un
avión. Desde luego no es el tipo de persona que cogería todos sus ahorros una
mañana fría de enero, se compraría un bolso rojo y se montaría en un tren a
Venecia.
Pero a
veces las cosas ocurren. Cosas como un catarro, un amor inesperado o una
inscripción misteriosa en un viejo libro.
Y a veces hay que perder el suelo
bajo los pies para llegar al séptimo cielo.
Tengo que decir que soy una gran fan de este autor,
todo lo que escribe me gusta. Sus libros suelen estar ambientados en París, una
de mis ciudades favoritas, y este aunque comienza narrándose en París acaba
desarrollándose en Venecia, una ciudad de la que estoy enamoradísima. Así que
cuando vi que nuestra protagonista desarrollaba su historia entre París y
Venecia tenía que leerlo.
El libro está narrado desde el punto de vista de
Nelly, una parisina tímida y tranquila de veinticinco años que por nada en el
mundo se subiría a un avión. Cuando era pequeña sus padres murieron en un
accidente y se crio con su abuela, una persona muy importante en esta historia.
Debido a ciertas circunstancia Nelly acaba con el
corazón roto y viajando a Venecia con un bolso rojo. Aquí comenzará una nueva
aventura, descubrirá secretos de su familia y encontrará el amor.
El
tiempo no se detiene nunca, signorina Eleonora. Solo nuestros recuerdos. Los
tenemos para siempre.
Una de las cosas que más me ha gustado es cómo el
autor ha descrito la ciudad veneciana y nos ha descubierto algunos rincones más
allá de la Plaza de San Marcos. Tengo que confesar que al acabar el libro me
han entrado unas ganas horribles de ir a Venecia!! También tengo que decir que
todos los personajes me han encantado y conquistado. Fue leer que Valentino era
restaurador y enamorarme más de él.
Fue
un momento mágico. Y es lo que pasa con los momentos mágicos, surgen siempre
cuando lo imposible de hace posible. A eso se le llama milagro. Y a veces – no
solo en las novelas, sino también en la vida real- al final el amor vence y nos
hace volar a pesar de todos los reparos e imprevistos.
No os quiero contar muchas cosas más para que vayáis
descubriendo vosotros mismos los secretos que esconde esta novela.
En definitiva, el café de los pequeños milagros es
una novela romántica sencilla, divertida y rápida de leer.
4/5
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